Liturgia Católica
home
Primera parte de la Introducción a la vida devota
CAPÍTULO XI
Meditación 3ª : DE LOS BENEFICIOS DE DIOS
PREPARACIÓN. 1. Ponte en la presencia de Dios.-2. Pídele que te ilumine.
CONSIDERACIONES.
1. Considera las gracias
corporales que Dios te ha concedido: este cuerpo, estas facilidades para
sustentarlo, esta salud, estas satisfacciones lícitas, estos amigos, estos
auxilios. Más considera esto, comparándote con tantas otras personas que valen
más que tú, las cuales se ven privadas de estos beneficios: unas son
contrahechas, otras mutiladas, otras carecen de salud; otras son objeto de
oprobios, de desprecios y de deshonra; otras están abatidas por la pobreza; y
Dios no ha querido que tú fueses tan desgraciada.
2. Considera los dones
del espíritu: cuantas personas hay, en el mundo, imbéciles, furiosas,
insensatas; ¿y por qué no eres tú una de tantas? Porque Dios te ha favorecido.
¡Cuántos han sido criados groseramente y en la mayor ignorancia, y la
Providencia divina ha hecho que tú fueses educada con urbanidad y con decoro!
3. Considera las gracias espirituales: ¡Oh Filotea!, tú eres hija de la Iglesia;
Dios te ha enseñado a conocerle, desde tu juventud. ¿Cuántas veces te ha dado
sus sacramentos? ¿Cuántas veces te ha ayudado, con inspiraciones, luces
interiores y reprensiones, para tu enmienda? ¿Cuántas veces te ha perdonado tus
faltas?
¿Cuántas veces te ha librado de las ocasiones de perderte, a que
te habías expuesto? Y estos años pasados, ¿no te han ofrecido una oportunidad y
una facilidad para avanzar en el bien de tu alma? Examina en sus pormenores,
cuán suave y generoso ha sido Dios contigo.
AFECTOS Y
RESOLUCIONES.
1. Admira la bondad de Dios.¡ Oh! ¡Qué bueno es Dios para conmigo! ¡Qué
bueno es! Y tu Corazón, ¡oh Señor!, ¡cuán rico es en misericordia y cuán
generoso en bondad! Cantemos eternamente, ¡oh alma!, la multitud de mercedes que
nos ha otorgado.
2. Admira tu ingratitud. Más, ¿quién soy yo, ¡oh Señor!, para que hayas
pensado en mí? ¡Oh, cuán grande es mi indignidad! ¡Ah! Yo he pisoteado tus
beneficios, he deshonrado tus gracias, convirtiéndolas en objeto de abuso y de
menosprecio de tu soberana bondad; he opuesto el abismo de mi ingratitud al
abismo de tu gracia y de tu favor.
3. Excítate a agradecimiento.
Arriba, pues, ¡oh corazón mío! ; no quieras ser infiel, ingrato y desleal con
este gran bienhechor. Y ¿cómo mi alma no estará, de hoy en adelante, sometida a
Dios, que ha obrado, en mí y para mí, tantas gracias y tantas maravillas?
4. ¡ Ah, por lo tanto, oh Filotea!, aparta tu corazón de tales y tales placeres;
procura tenerlo sujeto al servicio de Dios, que tanto ha hecho por ti; dedica tu
alma a conocerle y reconocerle más y más, practicando los ejercicios que para
ello se requieren, y emplea cuidadosamente los auxilios que, para salvarte y
amar a Dios, posee la Iglesia. Sí, frecuentaré la oración, los sacramentos;
escucharé la divina palabra y pondré en práctica las inspiraciones y los
consejos.
CONCLUSIÓN.
1. Da gracias a Dios por el conocimiento que te ha dado de
tus deberes y por todos los beneficios que hasta ahora has recibido.
2. Ofrécele tu corazón con todas tus resoluciones.
3. Pídele que te
dé fuerzas, para practicarlas fielmente, por los méritos de la muerte de su
Hijo: implora la intercesión de la Virgen y de los santos.
12-12-2012
Dios te salve Santa María de Guadalupe, llena, eres de gracia, el Señor es contigo; bendita tú eres entre todas
las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre
de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la ahora de nuestra muerte.
Amén