Liturgia Católica
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Quinta parte de la Introducción
a la vida devota
CAPÍTULO VII
EXAMEN SOBRE LOS AFECTOS DE NUESTRA ALMA
He desarrollado así estos puntos, cuyo examen nos da a conocer
el progreso espiritual que hemos hecho, porque, en cuanto al examen de
los pecados, se hace con miras a las confesiones de los que no pretenden
adelantar.
No es menester, empero, ocuparse en cada uno de
estos puntos, sino con tranquilidad, considerando el estado de nuestro
corazón con respecto a los mismos, desde que hicimos los propósitos, y
examinando las faltas notables cometidas contra ellos.
Más,
para abreviar, es necesario reducir el examen al conocimiento de
nuestras pasiones; y, si se nos hace pesado el examen con los pormenores
dichos, podemos hacerlo considerando el estado de nuestra alma y la
manera como nos hemos conducido:
En nuestro amor a Dios, al
prójimo y a nosotros mismos.
En nuestra aversión al pecado
propio y al pecado cometido por los demás, pues hemos de desear el
exterminio de ambos.
En nuestros deseos de bienes, de
placeres y de honores.
En el temor de los peligros de pecar,
y de perder los bienes de este mundo: tememos demasiado esto y muy poco
aquello.
En la esperanza, que, tal vez, tenemos demasiado
puesta en el mundo y en las criaturas, y muy poco en Dios y en las cosas
eternas.
En la tristeza, si es excesiva por cosas vanas.
En el gozo, si es excesivo y por cosas indignas.
Finalmente, ¿qué afectos tienen atado nuestro corazón? ¿Qué pasiones le
dominan? ¿Qué cosas principalmente le alteran? Porque por las pasiones
del alma conocemos su estado, pulsándolas unas tras otras. Así como el
que toca el laúd, que pulsando todas las cuerdas, descubre cuáles están
desentonadas, y las afina, tirando y aflojando, así, después de haber
pulsado el odio, el deseo, la esperanza, la tristeza y el gozo de
nuestra alma, si encontramos estas pasiones fuera de tono para la pieza
que queremos tocar, que es la gloria de Dios, podemos afinarlas,
mediante su gracia y el consejo de nuestro padre espiritual.
Ave María Purísima
Cristiano Católico 21-12-2012 Año de la Fe
Sea Bendita la Santa e Inmaculada Purísima Concepción de
la Santísima Virgen María