Liturgia Católica
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La Imitación de Cristo
LIBRO PRIMERO
CAPÍTULO 12
DEL PROVECHO DE LAS ADVERSIDADES
1. Bueno es que algunas veces nos sucedan cosas adversas y vengan
contrariedades, porque suelen atraer al hombre al corazón, para que se conozca
desterrado y no ponga su esperanza en cosa alguna del mundo. Bueno es que
padezcamos a veces contradicciones y que sientan de nosotros mal e
imperfectamente, aunque hagamos bien y tengamos buena intención. Estas cosas de
ordinario ayudan a la humildad y nos defienden de la vanagloria. Porque entonces
mejor buscamos a Dios por testigo interior, cuando por de fuera somos despreciados de los hombres, y no nos dan crédito.
2. Por eso debía. Uno afirmarse de tal manera en Dios, que no le fuese necesario
buscar muchas consolaciones humanas. Cuando el hombre de buena voluntad es
atribulado, o tentado, o afligido con malos pensamientos; entonces conoce tener
de Dios mayor. Necesidad, experimentando que sin Él no puede nada bueno.
Entonces también se entristece, gime y ora a Dios por las miserias que padece.
Entonces le es molesta la vida larga, y desea hallar la muerte para ser desatado
de este cuerpo y estar con Cristo (Filip., l; 3).
Entonces también - conoce que no puede haber en el mundo perfecta seguridad ni
cumplida paz.