Jesús de Nazaret: Sacerdote, Profeta y Rey
IMITACIÓN DE CRISTO TOMAS A KEMPIS
Libro primero: Avisos provechosos para la vida espiritual.
♥ - Imitación de Cristo y desprecio de todas las vanidades del mundo
- del bajo aprecio de si mismo
- de la Doctrina de la Verdad
- De la prudencia en las acciones
- de la lección de las Santas Escrituras
- de los deseos desordenados
- que se ha de huir de la vana esperanza y de la soberbia
- que se ha de evitar la mucha familiaridad
- de la obediencia y sujeción
- que se ha de cercenar la demasía en las palabras
- como se debe adquirir la paz y del celo de aprovechar
- del provecho de las adversidades
- como se ha de resistir a las tentaciones
- que se deben evitar los juicios temerarios
- de las obras hechas por caridad
- de sobrellevar los defectos ajenos
- de la vida monástica
- de los ejemplos de los Santos Padres
- de los ejercicios del buen religioso
- del amor a la soledad y al silencio
- de la compunción del corazón
- consideración de la miseria humana
- de la meditación de la muerte
- del juicio y penas de los pecadores
- de la fervorosa enmienda de toda nuestra vida
Libro segundo:De la conversión interior
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- de la conversión interior
- de la humilde sumisión
- del hombre bueno y pacifico
- del corazón puro y sencilla intención
- de la consideración de si mismo
- de la alegría de la buena conciencia
- del amor a Jesús sobre todas las cosas
- de la familiar amistad con Jesús
- del carecer de todo consuelo
- del agradecimiento por la Gracia de Dios
- cuan pocos son los que aman la Cruz
- del camino real de la Santa Cruz
Libro tercero: De la consolación interior
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- del habla interior de Cristo al alma fiel
- que la Verdad habla dentro del alma sin sonido de palabras
- que las palabras de Dios se deben oír con humildad;
y muchos no la consideran como deben
- que debemos andar con verdad y humildad delante de Dios
- del maravilloso efecto del Divino Amor
- de la prueba del verdadero amor
- que se ha de encubrir la Gracia bajo el velo de la humildad
- de la baja estimación de si mismo ante los ojos de Dios
- que todas las cosas se deben referir a Dios como al ultimo fin
- que en despreciando el mundo, es dulce cosa servir a Dios
- que los deseos del corazón se deben examinar y moderar
- declarase que cosa sea paciencia y la lucha contra el apetito
- de la obediencia del súbdito humilde, a ejemplo de Jesucristo
- que se han de considerar los secretos juicios de Dios, para que no nos envanezcamos
- como se debe uno haber y decir en todas las cosas que deseare
- que en solo dios se debe buscar el verdadero consuelo
- que todo nuestro cuidados se ha de poner en solo Dios
- que las miserias temporales se han de sufrir con igualdad de animo, a ejemplo de Cristo
- de la tolerancia de las injurias, y como se prueba el verdadero paciente
- de la confesión de la propia flaqueza y de las miserias de esta vida
- que se ha de descansar en Dios sobre todos los bienes
- de la memoria de los innumerables beneficios de Dios
- de cuatro cosas que causan
gran paz
- que se ha de evitar la curiosidad de saber vidas ajenas
- en que consiste la paz firme del corazón y el verdadero aprovechamiento
- de la excelencia del espíritu libre,
la cual se alcanza mejor con la oración humilde que con la lectura
- que el amor propio nos estorba mucho el bien eterno
- contra las lenguas de l os maldicientes
- como debemos rogar a Dios y bendecirle en el tiempo de la
tribulación
- que se ha de pedir el favor divino, y de la confianza de recobrar la Gracia
- del desprecio de toda criatura para hallar al Criador
- de la abnegación de si mismo y abdicación de todo apetito
- de la inconstancia del corazón; y que la intención final se ha de dirigir a Dios
- que al que ama es Dios muy sabroso en todo y sobre todo
- que en esta vida no hay seguridad de carecer de tentaciones
- contra los vanos juicios de los hombres
- de la pura y total renuncia de si mismo para alcanzar la libertad
del corazón
- del buen régimen en las cosas exteriores y del recurso a Dios en los peligros
- que el hombre no sea importuno en los negocios
- que no tiene el hombre se si bien alguno ni cosa de que alabarse
- del desprecio de toda honra temporal
- de que no debemos poner nuestra paz en los hombres
- contra la ciencia vana del mundo
- que nos se deben buscar las cosas exteriores
- que no se debe creer a todos, y que es fácil resbalar en las palabras
- de la confianza que debemos tener en Dios cuando nos injurian
- que todas las cosas pesadas se deben sufrir por la vida eterna
- del día de la Eternidad y de las angustias de esta vida
- del deseo de la vida Eterna, y cuantos bienes están prometidos a los que pelean
- como el hombre desconsolado se debe ofrecer en las manos de Dios
- que debemos emplearnos en ejercicios humildes cuando no podemos en los sublimes
- que el hombre no se repute por digno de consuelo, sino de castigo
- de la gracia de Dios no se mezcla con el gusto de las cosas terrenas
- de los diversos movimientos de la naturaleza
- de la corrupción de la naturaleza y de la eficacia de la gracia divina
- que debemos negarnos a nosotros mismos y asemejarnos a Cristo por la Cruz
- que no debe acobardarse demasiado el que cae en algunas faltas
- que no se deben escudriñar las cosas altas y los juicios de Dios
- que toda la esperanza y confianza se debe poner en solo Dios
Libro cuarto: Del Santísimo Sacramento
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- exhortación devota a la sagrada
Comunión
- con cuanta reverencia se ha de recibir a Jesucristo
- que Dios muestra al hombre gran bondad y caridad en este Sacramento
- que es provechoso comulgar con frecuencia
- que se conceden muchos bienes a los que devotamente comulgan
- de la dignidad del sacramento y del estado sacerdotal
- preguntase que debe hacerse antes de la comunión
- del examen de la propia conciencia y del propósito de la enmienda
- del ofrecimiento de Cristo en la Cruz y de la propia resignación
- que debemos ofrecernos a Dios con todas nuestras cosas y rogarle por todos
- que no se debe dejar fácilmente la Sagrada Comunión
- que el Cuerpo de Cristo y la Sagrada Escritura son muy necesarios al alma fiel
- que debe disponerse con gran diligencia el que ha de recibir a Cristo
- que el alma devota debe desear con todo su corazón unirse a Cristo en el Sacramento
- del ansia con que algunos devotos desean el cuerpo de Cristo
- de la gracia de la devoción se alcanza con la humildad y
abnegación de si mismo
- que debemos manifestara Cristo nuestras necesidades y pedirle su Gracia
- del amor fervoroso y vehemente deseo de recibir a Cristo
- que el hombre no debe ser curioso escudriñador de este sacramento,
sino humilde imitador de Cristo, sometiendo su sentir a la Sagrada Fe
Para Gloria de Dios en Cristo Jesús
Ave María Purísima
Cristiano Católico 26-12-2012 Año de la Fe
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