Liturgia Católica
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La Imitación de Cristo
Libro cuarto
Capítulo XVIII
Que el hombre no debe ser curioso en examinar este Sacramento, sino humilde
imitador de Cristo, sometiendo su parecer a la sagrada fe.
JESUCRISTO:
1. Guárdate de escudriñar inútil y curiosamente este profundísimo Sacramento, si no te quieres ver anegado en un abismo de dudas. El que es escudriñador de la
majestad, será abrumado de su gloria. Más puede obrar Dios, que lo que el hombre
puede entender. Pero no se prohíbe el devoto y humilde deseo de alcanzar la
verdad a aquellos que siempre están prontos a ser enseñados, y caminar según las
santas doctrinas de los Santos Padres.
2. Bienaventurada la sencillez que dejando los ásperos caminos de las
cuestiones, va por la senda llana y segura de los mandamientos de Dios. Muchos
perdieron la devoción, queriendo escudriñar las cosas sublimes. Fe se te pide y
vida sencilla, no elevación de entendimiento ni profundidad de los misterios de
Dios. Si no entiendes y comprendes las cosas más triviales, ¿cómo entenderás las
que están sobre la esfera de tu alcance? Sujétate a Dios, y humilla tu juicio a
la fe, y se te dará la luz de la ciencia, según tú fuere útil y necesaria.
3. Algunos son gravemente tentados contra la fe en este Sacramento; más esto no sé de imputar a ellos, sino al enemigo. No tengas cuidado, no disputes con tus
pensamientos, embriagándolos, ni respondas a las dudas que el diablo te sugiere; si no cree en las palabras de Dios, cree a sus Santos y a sus Profetas, y huirá
de ti el malvado enemigo. Muchas veces es muy conveniente al siervo de Dios el
padecer estas tentaciones. Pues no tienta el demonio a los infieles y pecadores
a quienes ya tiene seguros; sino que tienta y atormenta de diversas maneras a
los fieles y devotos.
4. Acércate, pues, con una fe firme y sencilla, y llégate al Sacramento con suma
reverencia; y todo lo que no puedes entender, encomiéndalo con seguridad al Dios
todopoderoso. Dios no te engaña; el que engaña es el que se cree a sí mismo
demasiadamente. Dios anda con los sencillos, se descubre a los humildes, y da
entendimiento a los pequeños, alumbra a las almas puras, y esconde su gracia a
los curiosos y soberbios. La razón humana es flaca, y puede engañarse; más la fe
verdadera no puede ser engañada.
5. Toda razón y discurso natural debe seguir a la fe, y no ir delante de ella ni
quebrantarla. Porque la fe y el amor muestran aquí mucho su excelencia, y obran
secretamente en este santísimo y sobre excelentísimo Sacramento. El Dios eterno,
inmenso y de poder infinito, hace cosas grandes e inescrutables en el cielo y en
la tierra; y sus obras admirables se ocultan a toda investigación. Si tales
fuesen las obras de Dios, que fácilmente se pudiesen comprender por la razón
humana, no se dirían inefables ni maravillosas.
Fin
Sea Bendita La Santa Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María
Cristiano Católico 24-12-2012
Gloria a Cristo Jesús: Hoy mañana y siempre por los siglos de los siglos. Amen